En un país tan proclive a los símbolos nacionales como es Francia, Notre Dame de París no es una catedral como cualquiera de las que podemos encontrar en el resto del Hexágono. Notre Dame es un prodigio de la arquitectura gótica que ardió ayer con la consecuente pérdida de patrimonio. Tal fue la magnitud de la noticia por tratarse precisamente de la catedral que se salvó de ser destruída durante la Revolución Francesa primero y durante las dos Guerras Mundiales más tarde que hasta el presidente de los EE.UU., Donald Trump, pedía a través de una popular red social actuar rápido con aviones cisterna. Pero, ¿por qué era mala idea?

Salta a la vista. Son numerosas las grúas que se ven en nuestras ciudades levantando nuevos edificios de viviendas. Según las estadísticas que publicó el Ministerio de Fomento el pasado jueves 28 de febrero, se visaron en los colegios de arquitectos y de aparejadores de toda España más de 100.000 proyectos de obra para construir viviendas nuevas, lo que supone cinco años de subidas encadenadas y un máximo desde 2009.

Desde hace un tiempo para acá, todo el mundo está alertando de fuertes subidas en los precios del alquiler y de la vivienda. Es cierto que se construye más, hasta el punto de hablar de una recuperación del sector del ladrillo. ¿Pero hemos hecho los deberes ante la posibilidad de enfrentarnos a  una nueva burbuja inmobiliaria? ¿Hemos aprendido la lección?

El grupo local de Ciudadanos en Guadalajara ha presentado las mociones que someterá a debate en el pleno del Ayuntamiento del próximo lunes. Entre ellas, destaca una línea de ayudas para fomentar el alquiler de viviendas en el casco histórico de la ciudad entre los jóvenes.